*Sobre el ataque a la UPOEG, confió en que no sea producto de un «ajuste de cuentas» y defendió al presunto grupo delictivo «Los Ardillos», al cual acusan del hecho: «La zona que controla esta organización es la más segura del estado», dice.

Texto y fotografía: Juan Blanco

Chilpancingo, Gro., 28 de enero de 2022.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza manifestó que en los primeros 100 días de gobierno de Evelyn Salgado Pineda fueron igual número de hechos de violencia en Guerrero.

El prelado católico fue uno de los invitados especiales al informe de la mandataria estatal, realizado en la Sala de la República de la Residencia Oficial Casa Guerrero, en esta ciudad, ayer.

Entrevistado después del evento, se refirió al ataque armado a la base de la «Policía Comunitaria» de la UPOEG, en la comunidad de Buenavista de la Salud, en este municipio, que dejó al menos siete muertos y tres heridos.

Primero reprobó este suceso y confió que «ojalá no sea un ajuste de cuentas entre estos grupos rivales. Ojalá haya una reconciliación, haya una paz para poder ir adelante».

Dijo que se culpó de esto al presunto grupo delictivo «Los Ardillos», sin embargo, defendió: «hay que probar si fueron ellos; no hay evidencia. La zona que controla esta organización es la más segura del estado».

«Yo decía que todo este conflicto comenzó cuando mataron al comandante (Maximino) del Fusdeg y al maestro (Salvador Catalán Barragán) de la Universidad. El Fusdeg dijo abiertamente quiénes habían sido, entonces el pleito es con otro grupo («Los Tlacos») no con esos señores (de «Los Ardillos»)».

Sobre el informe, dijo que «no se menciona gran cosa sobre la violencia. Yo decía: ‘son 100 días del gobierno del municipio de Chilpancingo como del estado’, pero han sido 100 días de violencia».

Por esta situación, consideró que las autoridades estatales y municipales «deben poner mayor atención porque bien sabemos quiénes provocan esa violencia, y es más, sabemos dónde están».

Respecto a los dos miembros de la CRAC-PC, Pablo Hilario Morales y Samuel Hernández Sánchez, desaparecidos desde el martes 25 de enero luego de que presuntamente fueron detenidos por la Policía Municipal de Atlixtac, dijo que es producto de «peleas de grupos» que buscan «la cuestión económica», pero confió en que esa zona de la Montaña de Guerrero sea pacificada.

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