Texto y fotografías: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 05 de enero de 2023. – El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza consideró que las autoridades también deben «aplicar la ley» a los narcotraficantes, líderes de la delincuencia organizada y políticos de Guerrero que violen la ley, como ocurrió con Ovidio Guzmán López, hijo del «Chapo», en Culiacán, Sinaloa, este jueves.
Este día, Monseñor ofició una misa y presidió la toma de posesión canónica del párroco y rector de la catedral «La Asunción de María» del sacerdote Benito Cuenca Mayo, en sustitución de Antonio Salgado Bravo, quien éste último fue enviado a Chilapa de Álvarez.
El acto se llevó a cabo en ese templo religioso que se encuentra en el centro de la ciudad, y al cual asistieron como invitados la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, su secretaria de Seguridad, Martha Isela Velázquez Adame, entre otros integrantes de su gabinete.
En sus mensaje, Cuenca Mayo anunció que desde su vocación pastoral aportará sus conocimientos y que dialogará con todos los sectores sociales, así como con las instituciones federales y autoridades de los tres niveles de gobierno, para lograr la paz que tanto anhela Guerrero y el país.
A nombre del obispo titular José de Jesús González Hernández, quien por estar contagiado de Covid-19 desde el sábado 31 de de diciembre del 2022 no pudo ser quien presidiera este evento religioso, Rangel Mendoza agradeció el trabajo que realizó Salgado Bravo en el poco tiempo que estuvo al frente de la catedral Asunción de María, y deseó lo mejor a su sustituto Cuenca Mayo, quien viene de ser párroco de Santa Prisca, en Taxco.
Entrevistado después de este hecho, al prelado católico se le preguntó si consideraba si los narcobloqueos, automóviles incendiados y enfrentamientos en Sinaloa, registrados esta mañana tras la detención de Ovidio Guzmán López, líder del Cártel de Sinaloa, e hijo de Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo», en la localidad de Jesús María, municipio de Culiacán, pudieran alcanzar a Guerrero.
Al respecto, contestó que «ojalá que no rebote porque aquí todavía no agarran al hijo de nadie», y aunque reconoció que «hay problemas» en la zona Norte de la entidad suriana, confió que las «filiales» del Cártel de Sinaloa en Guerrero, no aprovechen la coyuntura y desaten la violencia.
Monseñor consideró que así como ocurrió con Ovidio Guzmán, también «debe pasar de la misma manera con cualquier delincuente o no delincuente o cualquiera que quebrante la ley o las normas».
«Que se aplique la ley a los narcotraficantes de Guerrero. ¿Cuántos políticos de Guerrero tenemos que no quebrantan continuamente la ley, u otras personas que la quebrantan? De modo que se les tiene que aplicar la ley», manifestó.