Texto y fotografía: Juan Blanco

Chilpancingo, Gro., 11 de noviembre de 2021.- La gobernadora Evelyn Salgado Pineda dijo que «pondrán candado» a la subasta de las 35 camionetas, 24 de las cuales son blindadas, para que alguna no vaya a parar a manos de la delincuencia organizada y reiteró que, pese a algunas cuestiones jurídicas, también pondrán a la venta Casa Guerrero en la Ciudad de México y Casa Acapulco con el aval del Congreso local.

Entrevistada al término del anuncio oficial de la compra-venta de las unidades, aseguró que el Comité de Adquisiciones hará una revisión exhaustiva de las personas físicas o morales que compren las camionetas para que no caigan en manos de las células criminales.

«Tenemos que estar muy al pendiente de eso, ser muy cuidadosos. Eso que quede claro para que no se preste a otra interpretación; esto no es definitivamente para reforzar ninguna otra parte, sino que es para el pueblo de Guerrero, para los que tengan alguna posibilidad de adquirir alguna camioneta», indicó.

Sin embargo, sobre el cuestionamiento de reporteros sobre que algunas camionetas blindadas eran utilizadas por activistas y otras personas que tienen medidas cautelares o de aquellos funcionarios, entre éstos la gobernadora, que por sus actividades está en riesgo su vida, ésta respondió:

«Yo en ningún momento he recibido algún tipo de amenaza», dijo, por lo que ella seguirá trasladándose en su automóvil particular, pero informó que habrá algunas excepciones con algunos servidores públicos, sobre todo para aquellos encargados de la seguridad y de la impartición de justicia.

Con relación a la Casa Acapulco y Casa Guerrero en la Ciudad de México, reiteró que se está haciendo la negociación y que en breve enviará la propuesta al Congreso local para que también se vendan, «porque son una ofensa para el pueblo de Guerrero».

Lo anterior, a pesar de que los diputados respondieron que por lo menos la primera no se puede subastar porque el gobierno federal la entregó en su momento comodato al gobierno del estado, lo que significa que se tendrá que devolver.

No obstante, Salgado Pineda anunció que «yo voy a hacer todo legalmente y jurídicamente posible para que esa casa pueda estar a la venta», e insistió que es «una ofensa para el pueblo de Acapulco. Nosotros no podemos vivir ahí, yo pago mi propia renta».

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