Texto y fotografías: Bernardo Torres Morales

Chilpancingo, Gro., 02 de noviembre de 2021.- En la Costa Chica de Guerrero, las tradiciones no sólo se viven, son reales, involucran lágrimas y sentimientos reales, como la Familia Plácido Valerio, luchador social por Guerrero.

En la comunidad de Buenavista, Municipio de San Luis Acatlán yacen los restos del luchador social, conformador del movimiento «500” años de resistencia, en demanda de reconocimiento de los pueblos Indígenas y Afromexicanos.

Enedina Galindo Bautista, le llevó la noche de este 01 de noviembre flores y ofrenda, acompañada de sus hijos, hermanos y sobrinos, dicen que su memoria no puede morir, y su legado debe prevalecer.

Cirino inspiró a generaciones a luchar por la justicia social, y su esposa Enedina padeció las consecuencias junto con sus hijos, al grado de ser perseguidos por helicópteros del Ejército Mexicano.

Eso no lo detuvo, llevó la lucha social más allá, fundó la Coordinadora de Autoridades Comunitarias (CRAC), movimiento que refundó a las autodefensas que no contaban con reconocimiento oficial.

De acuerdo con sus hijos, Cirino nunca pronunció la palabra «rendirse», él ya había asumido una lucha a la que dijo no iba a renunciar porque significaba el futuro para los pueblos indígenas y ahora afromexicanos.

Luego recorrió pueblos y municipios buscando quien se sumara a su movimiento, y conformó la Coordinadora de Autoridades Comunitarias (CRAC), que sobrevive hasta la actualidad.

Hoy, en el centro del panteón municipal sus restos yacen con más vida, luego de haber pasado a otro plano a causa del Covid-19, cuando el mundo que lo rodeaba esperaba una muerte más trágica.

Fotografía: Eric Chavelas

Su familia sólo espera que su legado sobreviva, que no se olvide lo que buscó por su pueblo, justicia social, y mejor futuro para la Montaña, dijo el señor Alberto Vázquez Mendoza.

Al ritmo del Son de Vigilia, que acompaña a cientos de familias a recordar a sus fieles difuntos, miles de velas fueron encendidas, se agotaron, y fueron reencendidas, para alumbrar a las almas que regresan a este plano cada año.

Fotografía: Eric Chavelas

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