Texto y fotografías: Fabiola Ramos Gallo
Chilpancingo, Gro. 10 de noviembre de 2020.- Luego de que el día de ayer diera inicio el evento comercial «El Buen Fin», esta tarde Pulso informativo visitó algunas tiendas departamentales de Chilpancingo para comprobar las medidas sanitarias aplicadas debido a la contingencia por covid19 en cada establecimiento.
Como es común desde el inicio de la pandemia, algunos trabajadores de los establecimientos apostaron sus módulos a la entrada del lugar donde se encargan de tomar la temperatura, proporcionar gel antibacterial a los usuarios y colocar tapetes sanitizantes.
El uso de cubrebocas fue obligatorio tanto para trabajadores como para clientes. Si bien antes de iniciar el Buen Fin se permitía el acceso solamente a un elemento de cada familia, ahora podían verse a grupos familiares de hasta 4 integrantes comprando o simplemente mirando.
Solo algunas tiendas lograron mantener el control de su aforo, las filas se alargaban a más de 5 metros de la acera en espera de su turno para entrar a realizar sus compras; cabe mencionar que la mayoría permitieron el acceso sin limitantes.
Algo que sorprendió es que (en comparación de otros años) las tiendas no se saturaron de clientes, sino más bien de observadores. Los pasillos de los establecimientos lucían llenos, sin embargo, las cajas de pago estaban con muy poca afluencia.
Sin duda alguna, se están viviendo momentos económicos difíciles, y esto se ve reflejado en el fenómeno que significaba el inicio de esta estrategia de fomento al consumo.
Otro detalle que llamó la atención es que debido a la pandemia por covid19 las computadores habían sido retiradas de los exhibidores por el contacto directo que se requiere para el manejo de las mismas, lo que las convierte en un foco de posibles contagios.
Por el contrario, con la llegada de las grandes ventas y descuentos, los centros comerciales han vuelto a colocar este tipo de productos de muestra que habían dejado de figurar en sus estantes.
Desafortunadamente lo que augura para el Buen Fin 2020 es una poca derrama económica y por el contrario un aumento en la movilidad social que podría resultar desalentador de no seguirse las medidas sanitarias pertinentes.