Ejidatarios pidieron ayuda a las autoridades de los tres niveles de gobierno, porque son los comuneros de Palo Blanco, Acahuizotla, Mazatlán, El Tejocote y Azinyahualco los que han combatido el siniestro


Texto Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, 22 de abril de 2024.- Durante seis días el cerro del Alquitrán ha permanecido ardiendo ante la mirada de las autoridades de los tres niveles de gobierno que parecen apáticos ente desastre natural.
El incendio que comenzó la semana pasada en el cerro del Alquitrán llegó hasta el ejido de Azinyahualco; los pobladores de la zona estiman que hay una afectación de por lo menos mil 500 hectáreas de zona boscosa.
En sus redes sociales, Celso Anota, comisario de Azinyahualco, confirmó este lunes que pese a todos los esfuerzos que han realizado brigadas integradas por pobladores de dicha comunidad, apoyados por voluntarios de las comunidades de Mazatlán, Palo Blanco y El Tejocote, el incendio llegó hasta la parte alta de la sierra perteneciente al municipio de Chilpancingo.


Los pobladores aseguraron que el siniestro comenzó el miércoles 17 de abril, pero las autoridades llegaron pasado el mediodía del sábado 20, por lo menos con 72 horas de retraso.
Como el fuego amenazaba las partes altas de los cerros, en donde se encuentra una gran población de árboles y especies animales, los voluntarios de los pueblos afectados intentaron subir, pero fueron reconvenidos por personal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, quienes les señalaron que no tenían experiencia, no eran una brigada constituida legalmente y no tenían la capacitación correspondiente.
Les hicieron ver que por la cantidad de acantilados que debían subir, la vida de cada uno de los brigadistas estaba en peligro, por lo que ofrecieron trabajar para controlar el incendio con el personal de los tres niveles de gobierno.


El comisario destacó que para el viernes 19 y el sábado 20 de abril, el fuego se salió de control y devoró a su paso grandes extensiones de pino, ayacahite, oyamel y cedro. Dedujo que hay una gran cantidad de animales silvestres alcanzados por las llamas.
La estimación que hacen los habitantes de la zona siniestrada es que se han perdido por lo menos mil 500 hectáreas de zona boscosa.
Celso Anota refirió que donde actualmente se encuentra el incendio es el punto donde se originan las cuencas de agua potable que abastecen a Chilpancingo, la capital del estado.
Los pueblos involucrados en el combate al siniestro son Palo Blanco, Acahuizotla, Mazatlán, El Tejocote y para esta mañana, los habitantes del ejido de Azinyahualco.
Ante la falta de apoyos, grupos de voluntarios de Llanos de Tepoxtepec, coordinados por el promotor Alejandro Solano, han estado trasladando agua, alimentos no perecederos y hasta tres camionetas tipo todo terreno para colaborar.


La población de la cabecera municipal de Chilpancingo, quien desde hace varios días advierte una densa nube de humo, hasta el momento no ha aportado algún tipo de apoyo.
El comisario de Azinyahualco destacó que de dicha comunidad se desplegaron 40 personas la mañana del lunes, quienes pretenden realizar una guardarraya de 12 kilómetros de largo, para que baje hasta Zoyatepec y con esto se evite una afectación más severa a los bosques de la zona.
El comisario advirtió que lo que ha consumido el fuego hasta el momento es mucho arbolado, por lo que el próxiño año, Chilpancingo y la region Centro de Guerrero vivirán una escasez de agua más severa que la que actualmente se enfrenta.
Consideró urgente el envío de personal de los tres niveles de gobierno, con equipo suficiente para detener el siniestro

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