Texto y fotografías: Bernardo Torres Morales

Chilpancingo, Gro. 14 de febrero de 2024.- El Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, admitió que falló el primer intento de establecer una tregua entre los grupos de la delincuencia organizada que operan en el Estado de Guerrero.

El líder religioso dijo que tras la visita que realizaron obispos de Guerrero al Papa Francisco al Vaticano el 23 de Junio del año pasado, a su regreso buscaron el diálogo con los distintos cárteles en busca de una tregua.

Por separado, y en cada una de sus zonas, los obispos establecieron diálogos con los líderes criminales, donde cada uno expuso sus condiciones más que propuestas, para frenar la violencia.

Las negociaciones fallaron, pues de acuerdo con el Obispo los líderes de la delincuencia movidos por la ambición, el poder y el control de territorios rechazaron cualquier acuerdo al que se pudiera llegar.

«Ambicionan territorios, no los sueltan argumentan que les han costado vidas, les ha costado trabajo, les ha costado ganárselos, así que tenemos que buscar otra forma de mediación», indicó el Obispo.

En los siguientes meses, dijo, detonaron olas de violencia en los Municipios de Acapulco, Taxco y ahora en Chilpancingo, que han llevado a la parálisis el transporte, las actividades educativas y cierta medida las actividades comerciales.

A pesar de que en el primer intento no se logró debido a los intereses de cada uno, dijo que seguirán buscando el diálogo con los diferentes grupos.

Indicó que la violencia ya alcanzó también a la iglesia católica, pues han muerto ministros, padres de acólitos, ministros de culto mayordomos, comisarios y en otros periodos incluso sacerdotes.

José de Jesús González Hernández, señaló que el Gobierno tiene la solución para la paz en sus manos, tiene la capacidad y los medios, pero está atado de manos por la corrupción que hay al interior.

Lo dijo también durante la Eucaristía, las acciones de gobierno que se están implementando no están siendo sinceras, ni se está hablando con la verdad a la ciudadanía, «no es posible que hay 500 elementos desplegados y vengan y maten a una persona como si nada».

Ante esta ola de violencia dijo, las celebraciones de la Cuaresma serán dedicadas al restablecimiento de la paz, la seguridad y un alto a la violencia en el Estado de Guerrero y especialmente en el Municipio de Chilpancingo.

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