Vivienda asignada no cuenta con agua mi drenaje; sus padres carecen de dinero para medicinas para tratar la Encefalitis Viral

Texto Bernardo Torres Morales
Nuevo Balsamar, municipio de Eduardo Neri, 14 de septiembre 2023.- En el Nuevo Balsamar, postrado en un cuarto de dos por dos metros, Diego, un niño de 11 años, se debate entre la vida y la muerte tras seis meses de una severa infección viral que le ocasionó la precariedad en la que viven desde hace seis años.
De acuerdo con los médicos el polvo tóxico al que estuvo expuesto le provocó una Encefalitis Viral, es decir, una infección en el cerebro que está acabando con su vida.
Su mamá, Alma Rosa Castro Morales, es originaria de la comunidad de El Balsamar, municipio de Leonardo Bravo. que en 2013 a causa de los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel tuvieron que ser evacuados y reubicados en un fraccionamiento en el municipio de Eduardo Neri.
Diego tenía apenas un año de edad, cuando tuvieron que pasar varios meses albergados en Chichihualco, la cabecera del municipio de Leonardo Bravo; luego rentaron, pues sus viviendas habían sido completamente destruidas por un alud durante la tormenta.
En 2017, les entregaron su vivienda en el Nuevo Balsamar sin ningún tipo de servicio; ni agua, ni drenaje, tampoco energía eléctrica, escuelas ni centro de salud.
En tiempo de sequía, por las calles se elevan nubes de polvo y este último año, con un rastreo que realizaron en las calles, sólo empeoraron las condiciones.
Alma Rosa relata que Diego era un niño sano y normal; cursaba el sexto de primaria, pero un día empezó con fiebre, dolor de cabeza y vómito, y después de convulsionar dos veces, acudieron al Chilpancingo el 28 de marzo.
Estuvo internado 17 días en el hospital general de Chilpancingo; durante ese tiempo le realizaron varios estudios, pero los médicos no pudieron determinar el tipo de enfermedad que padecía. Todos los gastos corrieron a cuenta de los padres.
«Anduvimos de un lado para otro pidiendo dinero prestado para que siquiera me dijeran lo que tenía». agregó la madre.
A mediados de abril fue traslado al hospital general de Acapulco, donde le dijeron que tenían que «dormirlo» durante un mes, pero sólo aceptó que fueran tres días y pasada un semana, los médicos lo dieron de alta.
El último diagnóstico fue Encefalitis Viral; requería un último estudio que sus padres ya no pudieron pagar, el cual costaba alrededor de 35 mil pesos, por lo que regresaron a Chilpancingo, donde estuvieron unos días en un cuarto prestado. Luego, no tuvieron más opción que regresar al Nuevo Balsamar, sin dinero para medicinas.
Desde entonces, ha estado solicitado apoyo a las autoridades municipales de Chilpancingo, Leonardo Bravo y Eduardo Neri, pero todos responden que Nuevo Balsamar no es parte de alguno de esos tres municipios.
Los gastos semanales se cifran en miles de pesos; debido a que el menor de edad no puede levantarse, los padres deben comprar sondas, pañales, suero, medicamentos muy costosos, así como pagar consultas y traslados constantes a Chilpancingo.
Solo el esposo trabaja; la madre está las 24 horas del día pendiente de Diego. A veces le ayudan algunos familiares o vecinos, pero comprende que todos tienen sus propias ocupaciones, sus propias familias. recalca.
El Clonazepan, un medicamento costoso y que sólo lo venden con receta médica, es uno de los que no le deben faltar. El niño debe dormir periodos prolongados para que la inflamación del cerebro disminuya. Doña Alma suplica que alguna autoridad municipal o estatal le brinde ayuda

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