Texto y fotografía: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro., 30 de enero de 2022.- Ya se les puso este alto y ojalá lo entiendan, soltó el obispo Salvador Rangel luego de que la Guardia Nacional y la policía estatal impidieron la toma de las casetas de cobro de la autopista del Sol a estudiantes normalistas y a padres de los 43 desaparecidos.

“Debemos tener disciplina (…). Ya eran siete años que estaban tomando las casetas y en lo particular este alto que ya se les puso ojalá lo entiendan, hay otra manera de arreglar las cosas”, atizó.

El obispo fue consultado esta tarde en la catedral de Chilapa acerca de la acción policiaca que impidió la toma de las casetas de peaje el pasado viernes por parte de estudiantes y padres de Ayotzinapa.

Dijo que hay una ley que pena con siete años de cárcel a quien entorpezca las vías de comunicación, sobre todo las casetas de peaje.

“Lo que me parece una injusticia es que cualquier otro grupo que quiere apoderarse de las casetas inmediatamente lo desalojan y le quieren aplicar la ley, pero a esos amigos de Ayotzinapa nadie los toca”.

–Eran los padres (de los desaparecidos) que se iban a manifestar, se planteó al obispo.

“No, ni son los padres. Eran los mismos muchachos, yo vi los videos. Tiene que haber orden y disciplina, si es una ley, una ley es para todos”.

“Tengo entendido que la Normal de Ayotzinapa tiene un presupuesto como escuela, pero ¿a qué van a cobrar el peaje en las casetas?, pues para seguir otros movimientos, otras cosas que no sabemos a qué dedican ese dinero».

“Debemos tener disciplina sobre todo en Guerrero. No estoy en contra de las expresiones sociales o que busquen justicia los grupos, pero de esa manera ya eran siete años que estaban tomando las casetas y en lo particular este alto que ya se les puso ojalá lo entiendan y hay otra manera de arreglar las cosas”.

De la desaparición de Pablo Hilario y Samuel Hernández, integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-Ez) y cuya organización ha denunciado como responsable a la policía de Atlixtac. Además del ataque a la comunidad de Tula denunciada esta mañana, el obispo volvió a desestimar las denunciar y pidió pruebas.

“Tenemos que ser muy críticos en eso, se quieren hacer las víctimas para llamar la atención”.

“Eso hay que probarlo, quiénes están manejando esos policías de Atlixtac y si realmente hay dos desaparecidos.

Luego dijo que si hay una exigencia de desarmar a un grupo delictivo también deben desarmar a las policías comunitarias.

“Y como ellos (el Cipog-Ez) dicen hay que desarmar a ese grupo delincuencial, según el grupo contrario a ellos, bueno ¿y por qué no hay que desarmarlos a ellos también?.

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