Texto: Jesús Saavedra

Chilpancingo, Gro., 19 de enero de 2022.- El brutal asesinato a machetazos del que fue víctima Angelina, una joven indígena de 19 años de edad, el pasado 1 de enero en una comunidad de Ayutla de los Libres ratifica que en comunidades de la Montaña y la Costa Chica la violencia extrema contra la mujer va en aumento y no hay castigo ejemplar a los responsables.

El caso fue expuesto por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, quien ha documentado hasta 14 feminicidios en esas dos regiones hasta octubre del año pasado y el “cruel, salvaje e inhumano” asesinato de Angelina es una pésima noticia que ratifica el aumento de la violencia extrema contra la mujer en Guerrero.

Dieron a conocer que el cruento asesinato de Angelina fue en los primeros minutos del pasado 1 de enero, en la comunidad de Coxcatlán San Pedro, municipio de Ayutla de los Libres, cuando Roberto Lucas Victoriano asesinó a sangre fría a machetazos a su novia, Angelina.

Explicaron que el caso se está juzgando en la Casa de Justicia de El Paraíso de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria-Policía Comunitaria (CRAC-PC), donde desde el 2012 a la fecha han procesado otros dos feminicidios, cometidos en las comunidades de El Coyul y El Charco, ahora el que se cometió el 1 de enero en Coxcatlán San Pedro.

Angelina se fue a trabajar a Sonora y regresó a su localidad el pasado 31 de diciembre y no encontró a sus papás en su casa, por lo que decidió acudir a un baile que estaban realizando en las canchas de esa comunidad indígena de la Costa Chica.

Su novio, Roberto Lucas Victoriano fue al baile para decirle que sus papás se habían ido al velorio de uno de sus abuelos y que regresara a su casa para avisarles que había llegado.

En su testimonio, Lucas Victoriano dijo que mientras regresaban a la vivienda la iba “regañando y cuando llegamos a su casa me contestó de una manera que no me gustó, ahí se me vino a la idea de matarla, estaba cerca el machete, lo tomé y le di un golpe en la cabeza, intentó defenderse, pero seguí agrediéndola, hasta que perdió la vida, del susto me quedé dormido, no sé por qué lo hice, pero lo hice”, dijo el homicida.

Los padres de la muchacha llegaron a su domicilio en los primeros minutos del 1 de enero y encontraron a su hija tirada en el piso, en medio de un charco de sangre y pidieron la ayuda de la Policía Comunitaria de la localidad, quienes les auxiliaron y trasladaron a Angelina hacia el Hospital de Ayutla, donde no llegó con vida, pues murió desangrada.

En tanto los Policías Comunitarios detuvieron a Roberto, quien se despertó y en un principio negó haber sido responsable de ese asesinato, pero su ropa manchada de sangre y el machete que utilizó para cometer ese crimen estaba cerca de donde se había quedado dormido y finalmente aceptó su culpabilidad.

Roberto fue detenido en la cárcel de la comisaría de esa comunidad y el 3 de enero fue sometido a la justicia de los principales del pueblo, quienes determinaron dar vista a la Casa de Justicia de El Paraíso, donde se agendó una asamblea el pasado sábado 15 de enero, donde se presentó al homicida y rindió el testimonio de líneas arriba.

En esa asamblea del domingo participaron unas 300 personas, donde se dio por primera ocasión la asistencia de un centenar de mujeres quienes participaron en el juicio inicial del homicida.

Los familiares de Angelina pidieron a la asamblea que se dicte la pena máxima de cadena perpetua contra Roberto por el homicidio de Angelina y se determinó hacer una consulta a las 33 comunidades de esa Casa de Justicia “para determinar el veredicto final en una reunión próxima”.

Para la abogada de Tlachinollan, Neil Arias Vitinio el asesinato de Angelina “es una mala manera de iniciar el año, con un hecho tan salvaje, tan violento, tan inhumano, un hecho que indigna a las mujeres que somos madres, hermanas”.

Arias Vitinio, indicó que ese Centro tiene “un mapa general de la violencia extrema, de la violencia feminicida en comunidades indígenas donde hay situaciones muy graves como el caso de Angelina”.

Recordó que Guerrero tiene una alerta de género por violencia feminicida y donde se encuentran los municipios de Tlapa y Ayutla de los Libres, “es muy complicado que se tengan mecanismos eficientes para que haya justicia en estos casos, como dato tenemos que a la fecha hay 8 órdenes de aprehensión por el delito de feminicidio en crímenes cometidos desde el 2014 a la fecha y no se han podido cumplir y los victimarios siguen en total libertad”.

Lamentó que los victimarios solo “dicen la matamos como un animal y lo que exigimos es que ya no haya impunidad, es el clamor de familiares de las víctimas, de organizaciones de mujeres, de defensoras de derechos humanos, de feministas, el hecho que haya una mujer en la FGE no garantiza que haya justicia, tenemos nuestras reservas que así suceda”.

La abogada agregó que se requieren “de acciones concretas, que los servidores públicos de la FGE hagan su trabajo de manera correcta y se detengan a los responsables de esos actos graves contra las mujeres en Guerrero o no habrá resultados que satisfagan a las familias, a los guerrerenses”, finalizó.

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