Texto y fotografía: Bernardo Torres Morales

Huitzuco, Gro., 09 de diciembre de 2021.- La guerra que libran grupos de la delincuencia organizada por el control del territorio ha dejado una estela de terror, muerte y desplazamiento forzado en el Municipio de Huitzuco, en la Zona Norte de Guerrero.

En el último mes la ciudad ha vivido bajo un toque de queda impuesto por el grupo criminal «Los Tlacos», controlan los precios de la canasta básica, así como la cuota sobre los comercios en la cabecera municipal y sus comunidades.

De acuerdo con Mario Vergara, miembro del Colectivo Los Buscadores, en lo que va del año al menos 70 personas fueron asesinadas, y 20 de ellas ocurrieron en el último mes.

En colonias de la periferia están las huellas del infierno que viven sus habitantes, motos, vehículos y casas incendiadas dan cuenta de los recientes enfrentamientos que se han registrado.

La colonia Emiliano Zapata, es donde más se ha resentido la violencia, de donde incluso la mayoría de las familias huyeron, algunas se bajaron sólo al centro con otros familiares, y otros se fueron de la ciudad.

Subiendo por la colonia Los Reales, proliferan las cruces sobre las banquetas, velas y flores en memoria de personas que han sido asesinadas en esta última ola de violencia.

La poca gente que aún queda en esas colonias, apenas y se asoma por las rendijas de sus puertas, tampoco quieren contar lo que está pasando por temor a represalias.

Sin embargo las historias son conocidas, como la de un joven que fue asesinado por equivocación, a cuya madre los homicidas fueron a ofrecerle disculpas.

Una vecina de la colonia se asoma, y comenta que hace aproximadamente 10 días personas armadas incendiaron un coche al exterior de su casa, mismo que ahí sigue abandonado.

Ella no ha huido como el resto de los colonos, dice que no tiene a donde ir, además de que tiene poco que perder, no tiene dinero o pertenencias de valor que le puedan quitar.

En el centro de Huitzuco, la vida transcurre con normalidad, la gente se sobrepone a la adversidad, los negocios abren sus puertas durante el día, aunque a las 07:00 de la tarde dicen, todos deben bajar las cortinas.

A pesar de esto, la presencia policíaca y militar es muy poca, las corporaciones de limitan a recorrer el centro del poblado, vigilan algunos de los comercios más grandes, pero dejan fuera de vigilancia a las colonias.

El municipio sigue bajo tensión, y advierten los pobladores que viene lo peor, los grupos de la delincuencia tienen cada vez mayor poder y control de la zona, y hay poca actuación por parte de las autoridades municipales y estatales.

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