Texto y fotografía: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro., 08 de marzo de 2021.- La violencia sexual y física contra las mujeres indígenas en la Montaña baja de Guerrero no se puede contabilizar porque no se denuncia, alertó el Centro Morelos.

Mientras que los casos de agresión sexual contra las mujeres se presentan desde los 13 años de edad.

Así lo informó Teodomira Rosales Sierra, directora de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón en entrevista a propósito del Día Internacional de la Mujer.

Informó que de acuerdo a cifras de los colectivos María Herrera y el de Familiares de Desaparecidos y Asesinados con sede en Chilpancingo en este 2021, hasta 75 mujeres han sido registradas como desaparecidas en Guerrero. Y desde 2019 han sido contabilizadas 133 víctimas de desaparición.

Mientras que la última cifra de feminicidios que registró el Centro Morelos en el municipio de Chilapa fue en 2019 con 12 casos.

Una de las causas de que no haya un puntal registro es porque las víctimas en su mayoría indígenas no hablan, dijo la directora del organismo que da acompañamiento a casos de desaparecidos, desplazados, así como a víctimas de violencia de género y sexual en la Montaña baja.

“La cifra puede ser mayor, no podemos contabilizar, solo los casos de las víctimas que llegan a la organización a las que se les da acompañamiento con las autoridades. Porque si una víctima llega sola, las autoridades hacen caso omiso, no las atienden».

La violencia contra la mujer, dijo, empieza en el primer círculo familiar obligando a casarse a temprana edad o violentándolas sexualmente. “Se está registrando violencia sexual contra mujeres desde los 13 años de edad; son niñas criando a otra niña”.

Otro riesgo que acecha a las mujeres, agregó la directora del Centro Morelos, es el de la violencia de los grupos paramilitares que quieren mantener controlada a la población.

“La delincuencia en estos tiempos ha ampliado su territorio, es como poner a las niñas en manos que no son seguras; en la Montaña se ha profundizado el delito de trata de blancas”.

“Tenemos miedo de todo y de todos, ya no podemos hablarle a un policía ni a una policía, ya no podemos confiar porque tienen el mismo patrón de actuación. Las mujeres están en constante peligro en estos tiempos”.

Una de sus estrategias ante la falta de respuesta de los tres niveles de gobierno, explicó Rosales, es articular una red de colectivos a nivel estatal y nacional para enfrentar el problema y exigir respuesta gubernamental.

“Ellos son los responsables de la inseguridad que vivimos en el estado y en el país. Cuando hay una desaparición ellos saben quiénes la están cometiendo u ocasionando”.

Si no nos articulamos no vamos avanzar y siempre vamos a vivir con ese miedo, con esa inseguridad.

–A dos años del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ¿hay esperanza de que se avance a una ruta de disminución de la violencia contra las mujeres?, se le preguntó.

“Es una decepción para mí, tuve mucha esperanza con este gobierno. Les dije a las víctimas que teníamos un gobierno diferente. Ahora no hay esperanza, los grupos criminales rebasaron al gobierno”.

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