Texto: Jesús Saavedra

Chilpancingo, Gro. 19 de noviembre de 2020.- Jornaleros Agrícolas de la región de la Montaña hicieron un llamado a la Cámara Federal de diputados para que atiendan la demanda de la Alianza Campo Justo, para que el próximo año la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasim) y se establezca un salario mínimo de 300 pesos.

Lo anterior en el marco de la campaña del Centro de Derechos Humanos de la Montaña «Tlachinollan», de Fundar Centro de Análisis e Investigación y la Red Nacional de Jornaleros Agrícolas que presentaron el pasado 21 de octubre esta iniciativa llamada Alianza Campo Justo.

«Tlachinollan» indicó que ha documentado que en seis meses de la pandemia del Covid-19 se ha incrementado el número de jornaleros agrícolas de la región de la Montaña que se van a trabajar a campos de cultivo de otros estados del país.

Gregorio López Alvarado, jornalero de la comunidad de Patlicha municipio de Copanatoyac dijo que desde niño tuvo que sali de su comunidad a buscar mejores ingresos en el campo, «es tiempo de alzar la voz, de pedir un trato justo, que ya no nos discriminen, que escuchen nuestra voz y nos hagan caso, que fijen un salario mínimo que proponemos».

Informó que en su su caso, salen de la Montaña para irse a trabajar a campos de caña «donde nos pagan por tonelada y si no cumplimos con la meta no sacamos dinero ni para la comida, tenemos que trabajar con mucha fuerza y lograr nuestro objetivo, pero a veces hay accidentes en los campos y no tenemos atención médica adecuada».

Dijo que a través de las tres organizaciones que están organizando esta campaña de Alianza Campo Justo se están recabando firmas de apoyo que van a presentar ante la Conasim y la Cámara Federal de diputados para que se establezca 300 pesos de salario mínimo para quienes se dediquen a esta actividad productiva.

Otro testimonio que dio una jornalera, es el de la señora, Hermelinda «desde niña he migrado a trabajar en campos de cultivo, padecemos de explotación laboral, de maltratos, no tenemos salud, educación para nuestros hijos, vivimos en condiciones precarias, pero es la única manera de subsistir y de poder tener un ingreso».

Señaló que en su caso inició a migrar a los campos de cultivo desde los 8 años de edad, «ahora tengo 35 años y sigo en la necesidad de buscar trabajo en otros estados, ahora estamos pidiendo que se haga justicia y que se establezca 300 pesos de salario mínimo para miles de jornaleros que debemos buscar trabajo en otro lado».

Hermelinda, dijo que en su comunidad muchas personas han salido este año y que lamentablemente, «muchos también se han muerto de Covid-19, hay muchas mujeres embarazadas trabajando como jornaleras y que arriesgan su vida por tener dinero para sostener a las familias, no hay trabajo acá en nuestras comunidades de Guerrero, con miedo y todo así se van».

Agregó que sus patrones les pagan entre 150 a 200 pesos, «pero debemos pagar el transporte para llegar al trabajo y nos quedamos con poco dinero, ahora inició la temporada alta de trabajo y salimos con miedo por el coronavirus, pero la necesidad de mantener a nuestra familia es más grande y lo que demandamos es que nos hagan justicia».

Añadió que además de firmar en la página de la iniciativa Alianza Campo Justo, también en la Casa del Jornalero Agrícola que se encuentra en las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en Tlapa, «pedimos que nos tomen en cuenta que además del salario mínimo, también nos den mejor atención en materia de salud y de educación, porque día con día llevamos comida a la mesa de los mexicanos, cada producto que comen es esfuerzo de un jornalero que sufre maltratos», finalizó doña Hermelinda.

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